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#WiZinkCenterEpicConcerts: ¡AC/DC!

La banda australiana de rock nos dejó una noche para el recuerdo el 2 de abril de 2009

Recordamos hoy la visita de una de las bandas de rock más importantes de la historia, si no la que más: AC/DC. Cuando, además, se cumplen 40 años del lanzamiento de “Back in Black”, el disco que les convirtió en estrellas internacionales y que publicaron justo después de la muerte del cantante de la banda: Bon Scott, una tragedia que para cualquier otro grupo hubiera supuesto el fin, pero que ellos supieron sobreponer.

AC/DC aterrizaron en Madrid en abril de 2009 para ofrecer en nuestro recinto uno de los conciertos más épicos que hemos vivido nunca. Ya habían estado otras veces en nuestra ciudad, y aquí, pero esta vez lo hicieron dentro de su gira “Black Ice” y con Brian Johnson, Angus y Malcolm Young, Cliff Williams y Phil Rudd como integrantes de la banda.

Aparte de quiénes eran, son y de lo histórico de este grupo, este fue un concierto épico porque fue el penúltimo de Malcolm Young, que tras este y el de Bilbao ese mismo año, se retiró y no volvió a la carretera, aquejado ya de una demencia que acabaría con su vida en 2017.

Arrancaron con una locomotora que entraba en el escenario descarrilando y cargándose todo, un gran preludio de lo que iba a ser esa noche: dos horas de celebración, de rock, de éxtasis y de gargantas dándolo todo a grito pelado. De milagro no se resintieron los cimientos del recinto. “Rock n´roll train”:

 

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Continúan con “Hell Ain’t a Bad Place To Be”, extraído de uno sus primeros discos; “Let There Be Rock” y, cuando parecía que el ambiente no podía calentarse más, comienza “Back in Black”, posiblemente uno de los más grandes himnos del rock:

 

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Con su uniforme de colegial, Angus, que dos días antes había celebrado su cumpleaños, va marcándose sus característicos solos de guitarra aunque, para consuelo de muchos, dejaron tiempo entre canción y canción para que el público recuperara algo de energía, y llega otro punto álgido: Thunderstruck

 

 

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Con “Black Ice”, “The Jack” y “Hell Bells”, vuelven a dar algo de margen, y eso que en “The Jack” Angus prácticamente se desnudó; y en “Hell Bells” Brian se colgó de una campana gigante. Y ya no pararon hasta el final. Como ejemplo, “You shook me all night long”: 

 

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A estas alturas, el que no estaba sudado, agotado, y con la voz ronca, es porque no estaba allí.

AC/DC sabía perfectamente que ese día estaban en uno de sus feudos, ante uno de sus públicos más fieles y entregados. Brian empieza a despedirse de la gente, y sabes que han llegado los bises, que por supuesto no defraudan, empezando por el mega himno, “Highway to Hell”, un efecto solo comprensible por quienes estaban allí:

 

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Y como cierre, “For Those About Rock”. La banda al completo en el frente del escenario, sudor y rock and roll en estado puro, y una batería de cañones que disparan la traca final, nunca mejor dicho. A pesar de que han pasado ya dos horas de concierto, Angus corre por el escenario, como poseído, espasmos, brincos, saltos y un solo final que parece el principio:

 

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Los que estuvieron, lo vivieron. Al salir solo se veía gente sudada, cansada, sin voz… pero todo había merecido la pena. Habían participado de la historia del rock, de un hito en la historia de nuestro país.